Friday, April 20, 2007

LA RUTA DE LA GRAFICA








Encuentro de Gráfica MX07
Por: Sofía Carrillo y Horacio Pérez Galindo

El pasado 20 y 21 de febrero el Museo del Estanquillo/ Colecciones Carlos Monisváis fue sede del primer evento organizado por La Ruta de la Gráfica: el Encuentro de Gráfica MX07, un espacio que convoca a los especialistas y al público en general a discutir, fuera de convencionalismos académicos o institucionales, la situación de las artes gráficas en México. Esta autonomía permitió abrir las posibilidades para abordar temas poco convencionales como el valor comercial y cultural de la gráfica –donde se conoció la experiencia de un coleccionista, las nuevas propuestas gráficas –desde gráfica digital al esténcil y el street-art , y una revisión cualitativa de la gráfica en México – en la que se cuestionó seriamente el papel que ha desempeñado el Museo de la Estampa.

Estos temas fueron abordados en distintas mesas de discusión buscando la participación de los asistentes, quienes también tuvieron oportunidad de participar en alguno de los talleres que se llevaron a cabo. El taller de grabado en linóleo e impresión japonesa fue impartido por Víctor Hernández y el de esténcil por Vicente Jurado y Abdel Cuauhtli.

Para la realización de este evento La Ruta de la Gráfica trabajó en coordinación con la dirección de servicios educativos del Museo del Estanquillo que encabeza Elizabeth Jaimes. La Ruta de la Gráfica es un grupo autónomo que trabaja en la promoción, creación de nuevos públicos y fomento al mercado para la gráfica mexicana .

El encuentro inició con una Revisión Cualitativa de la Gráfica en México con la participación de Jesús Álvarez Amaya –coordinador del Taller de la Gráfica Popular (TGP), Vicente Jurado –creador gráfico, y Daniel Manzano –académico.

Jesús Álvarez Amaya hizo una revisión general del trabajo de dos grandes personalidades de la gráfica en México, José Guadalupe Posada y Leopoldo Méndez. A muchos de los asistentes nos habría interesado conocer más sobre el trabajo que está realizando actualmente el TGP.
Por su parte, Vicente Jurado platicó de lo que puede ser una actualización del espíritu rebelde y afín al pueblo, una propuesta impregnada de política y lucha social –tema recurrente en la historia de la gráfica mexicana. La propuesta visual de Vicente Jurado trae escuela y por tanto academia, pero continúa buscando un modo de expresarse “con o sin permiso” a través de nuevos medios, además de los tradicionales. Esta plática resultó más bien una respuesta activa a las enterradas glorias de un taller como el TGP.
Daniel Manzano cuestionó la labor que ha desempeñado el Museo Nacional de la Estampa. Expuso el panorama de un museo desorientado, con exposiciones “alternativas” que ponen en duda su carácter gráfico. Resulta interesante que trascendió la simple queja: Daniel Manzano, como académico y crítico, acudió a los jóvenes y colectivos ahí reunidos para que a través de la misma gráfica alternativa denuncien y exijan recuperar el carácter original del Museo Nacional de la Estampa. (si la justificación de los colectivos muchas veces es la denuncia, por qué no empezar desde ahí).





La segunda mesa se dedicó a las Nuevas propuestas gráficas en México
Juan San Juan, Tania de León y los colectivos e3 y C.U.L.I.T.A , mostraron sus trabajos evidenciando las infinitas posibilidades de la gráfica. Cuatro distintas trincheras desde las que se proponen nuevos medios con distintos fines, ilustraron una pequeñísima parte del fértil ámbito de la gráfica en México. Juan San Juan, artista digital aportó una visión lúdica de la historia de esta manifestación.
Tania de León compartió su experiencia en la realización del cortometraje “Involución: de historias y deshistorias”, animación a partir de la gráfica tradicional en el que tuvo que realizar cientos de placas de impresión.
Dos colectivos, C.U.L.I.T.A (Colectivo Universitario Libre de Investigación y Teoría del Arte) y “e3” con visiones opuestas tienen en común la intervención en las calles… En eeeeeesta esquiiiina… el compromiso social y la crítica con fondo político y en eeeeesssta otra el colectivo que “pelotea” en Messenger y ocupa las herramientas de importantes empresas de publicidad para delimitar territorios con changos y satelucos adoptados en una propuesta del “ya llegué” y el “por qué no”.
Una mesa colorida, participativa y molesta. Una mesa que dio de que hablar y fomentó una postura, personalísima del público, ante la práctica actual de la gráfica. Mucho de qué hablar y poco tiempo, muchos temas para abordar en próximos eventos y una puerta abierta. Terreno fértil, diverso y polémico.

Esta primera jornada finalizó con la conferencia magistral de Rafael Barajas “el fisgón”, curador del Museo del Estanquillo. El también caricaturista, expuso la derrota del personaje real ante el personaje mítico de José Guadalupe Posada. Partiendo del análisis concienzudo de su obra -considerada de carácter revolucionario- se puso en evidencia la inclinación pro Porfirista de este importante icono de nuestra historia gráfica.


El Encuentro de Gráfica MX07 concluyó con la mesa Gráfica mexicana: valor cultural / valor comercial. Hablar de comercialización, de cobrar el trabajo a un precio justo, de poner tarifas y medios para medir las mismas, de registrar y conocer las leyes que nos protegen, del diálogo con los mismos coleccionistas, de una mejor forma de valuar y apoyar al comercio del arte ha sido tabú o un tesoro a resguardar celosamente. Este intento para abrir la discusión y cerrar los vacíos en la cultura comercial del arte logró una respuesta muy participativa por parte de los asistentes.
El Dr. Luis Muñoz, coleccionista y promotor del arte - especialmente gráfica- proyectó imágenes de obra de su colección, brindando una plática muy interesante sobre su acercamiento no sólo al trabajo sino también a los mismos artistas en los momentos de las convulsiones sociales del México de la segunda mitad del siglo XX. Estos movimientos eran muchas veces representados en las imágenes proyectadas. En su amplia colección existen pocas piezas de artistas jóvenes, pues su ocupación profesional ocupan la mayor parte de su tiempo y, según dice, no ha asistido a exposiciones de gráfica desde hace tiempo, aunque quizá eso pueda cambiar. No fueron pocos quienes se acercaron al coleccionista para mostrarle el trabajo actual.

Luis Morales –quien comercializa arte- evidenció algunos problemas que enfrentan quienes compran o venden obra, a lo que llamó las delicias del mercado: desde falsificaciones, al triste destino de muchas colecciones de interés potencial para investigadores, la preferencia de los mismos compradores por los nombres “conocidos” que dificulta abrir el mercado de la creación mexicana.
Del otro lado de la balanza, la fértil actividad gráfica, los derechos de autor y su carácter de “original múltiple” fue abordado por un especialista, quien dio sugerencias a los creadores para proteger su obra.

Selva Hernández, presidenta de la Asociación Mexicana de Ex-Libris, dio una alentadora y amena plática sobre su experiencia como promotora de la gráfica, motivando tanto al coleccionismo como a la creación de ex-libris. Abrió la puerta a la posibilidad de apostarle a un mercado que, aunque incipiente en nuestro país, tiene gran aceptación internacional .


El Encuentro de Gráfica MX07 fue acertado: la diversidad de propuestas abre un nuevo panorama que encuentra expresiones valiosas dentro y fuera de las instituciones y academias. Resultó insuficiente el tiempo que se dedicó a abordar los distintos temas y faltó más representación de los creadores del interior del país. Estas discusiones son un buen comienzo para colaborar con el fortalecimiento paulatino del mercado de la gráfica en México.

La Ruta de la Gráfica ya ha comenzado a trabajar para la organización del siguiente Encuentro que incluirá talleres de todo el país. Es posible contactarles en la dirección de correo electrónico rutadelagrafica@gmail.com

Encuentro Grafica MX



Mexlibris, un espacio para la promoción del grabado mexicano

Qué es Mexlibris
En la Asociación Mexicana de Ex libris, A. C. o Mexlibris, como le decimos de cariño, participamos coleccionistas, artistas, investigadores, e interesados en general con el objeto primordial de preservar los ex libris como marca de propiedad bibliográfica. Este objetivo nos acerca diversas disciplinas e intereses como el arte, la gráfica, la bibliofilia, la bibliografía, la historia, la historia del arte, la semiótica, la filología, y muchas más, por lo que que en Mexlibris somos abiertos y plurales, cualidades de cualquier trabajo interdisciplinario.

Historia
Nuestras actividades surgieron en 1999 cuando se acercó a nosotros James P. Keenan, presidente de la Asociación Norteamericana de Coleccionistas y Artistas de Ex libris. Él buscaba información sobre ex libris mexicanos y dio con nosotros (éramos Mercurio López, José Luis Lugo y yo) porque entonces publicábamos una revista de bibliofilia llamada La Galera que contenía un suplemento sobre etse tema. James nos invitó a montar una exposición en Boston, donde organizaba el congreso de la FISAE (Federación Internacional de Asociaciones de Ex libris Amateur, por sus siglas en francés). Entonces nuestras colecciones se reducían a los ejemplares encontrados en las pastas de los libros que circulaban en las librerías de viejo de nuestras familias.

Al llegar a Boston la sorpresa fue muy grata. En un salón del hotel Marriot se encontraban más de 100 personas de diversas partes del mundo intercambiando estampitas. Estaba la tienda de Tom Boss, anticuario de Boston, con cajones de ex libris que iban de uno a 500 dólares; más de 5 exposiciones en diversas instancias y un amigable ambiente internacional. Las exposiciones mexicanas fueron bien recibidas y publicamos el libro Ex libris Mexicanos, artistas del siglo XX bajo el sello RM. En la junta de delegados se presentó la Asociación Mexicana de Artistas y Coleccionistas de Ex libris, como se le llamó improvisadamente. A mi me avisó James que tendría que dar unas palabras de agradecimiento tan sólo cinco minutos antes de la inicio. No sabíamos hasta entonces que ya éramos una asociación, formada por Mercurio, José Luis y yo.

Llegamos a México con el ánimo enatlecido, con grandes proyectos de trabajo, pero nos enfrentamos a una serie de problemas. ¿Cómo difundir el uso y la creación de ex libris? Nuestras limitantes sobrepasaron nuestros ánimos y seguimos a tropezones con actividades aisladas. Publicamos un pequeño boletín llamado Filigranas, escribimos algunos artículos para revistas internacionales y continuamos con los contactos en el extranjero. No encontrábamos buenos mecanismos para invitar a la comunidad académica y artística, probablemente por falta de experiencia. Y los gastos económicos nos consumieron.

Fue hasta 2003 cuando se acercó a nosotros el Lic. Ricardo Ramírez Montoya y nos propuso legalizar nuestra situación. Entonces yo ya tenía contactos con algunas personas interesadas. Reuní un grupo de 8 personas y con el esfuerzo tanto económico como moral de todos, firmamos el acta notarial de la Asociación Mexicana de Ex libris, A. C. el primero de julio de 2004, después de un año de trabajar en el acta constitutiva.

Pasó un año más para poder organizar los asuntos contables y hasta 2005 estuvimos listos para lanzarnos al ruedo. Se nos ocurrió realizar el Primer Encuentro de Ex libris de la Ciudad de México con la finalidad de darnos a conocer y de captar socios e interesados.
Solicitamos el apoyo de la Biblioteca de México, y de inmediato las autoridades, el Mtro. Eduardo Lizalde, director, y el Mtro. Miguel García, subdirector de promoción cultural, nos abrieron las puertas.

El encuentro fue exitoso. Yo esperaba la participación de treinta personas y asistieron más de 100. Hubo una mesa con 14 artistas ofreciendo su trabajo, una mesa de intercambio, una mesa de informes y de afiliación y proyecciones de ex libris. Captamos a 35 nuevos socios, artistas, la mayor parte. Desde entonces nos reunimos el tercer sábado de cada tercer mes en la Librería Novo (Universidad 1854, Coyoacán). Básicamente se trata de una reunión de amigos con intereses comunes: la bibliofilia, el coleccionismo, la estampa; y un objetivo central: preservar el uso del ex libris como marca de propiedad bibliográfica. Cada vez va alguien a compartir su trabajo o investigación para enriquecer nuestras reuniones. El año pasado Mercurio López dio una plática sobre marcas de fuego, que fue enriquecida por la participación de los bibliotecarios; en otra ocasión Joel Rendón llevó su prensa y nos puso a todos a imprimir ex libris. Además siempre está el intercambio.

Pero volvamos un poco en el tiempo. Casi al finalizar el primer encuentro comenzamos a trabajar en el segundo. Firmamos un convenio de colaboración con la Biblioteca de México en el que Mexlibris se comprometía a montar una exposición de ex libris mexicanos. A cambio, la Dirección General de Bibliotecas publicaría un catálogo. Fue un año difícil. Mis compromisos laborales –yo era curadora del Museo Mural Diego Rivera– y mi situación familiar –tengo dos hijas pequeñas– se conjugaron con el Segundo Encuentro. El programa fue ambicioso: una mesa redonda, dos talleres, la gran exposición de ex libris mexicanos, el encuentro de artistas, una subasta, la realización de un ex libris conmemoraivo para el 70 aniversario de la Biblioteca y la presentación del catálogo de la exposición “Tesoros de exlibris mexicanos”. Todo salió muy bien después de largas y tortuosas jornadas de trabajo, al apoyo incondicional del personal de la Biblioteca y a la colaboración de los miembros de Mexlibris. Se publicaron carteles, hubo muy buena cobertura de la prensa. Podría decir que fue un éxito con la salvedad de la asistencia. Las más de 100 personas de un año antes se duplicaron, pero diluidas en los 6 días que duró el evento no fueron notables.

Aun así la participación fue buena. Ya veremos la nómina de asociados de este año. Recibimos la propuesta de tres exposiciones de ex libris mexicanos: para La Galería de Historia del Museo del Caracol, “Ex libris: pequeñas piezas con grandes historias”, una de artistas contemporáneos de ex libris, para Faro de Oriente y otra de ex libris de literatos para la Dirección de Literatura del INBA. Nuestras actividades con la Biblioteca de México continúan y tenemos planes para traer dos exposiciones del extranjero: de Italia “Muestra de artistas latinoamericanos de ex libris” –que enriqueceremos con artistas mexicanos–, y de la Asociación Norteamericana de Boston. Además de la participación en congresos y encuentros como éste.

Estamos muy felices de participar con el la Ruta de la Gráfica, cuyos objetivos compartimos. Como ven, tenemos muchos planes y mucho trabajo por hacer. Los principales problemas a los que nos enfrentamos, como casi cualquier A. C., me imagino, es el de la recaudación de fonodos. Siempre estamos en números rojos y sobrevivimos gracias a los bolsillos de los miembros de comité directivo.

Artistas de Ex libris
Dadas las características de este encuentro, me gustaría profundizar en el tema de la gráfica. En México se han realizado ex libris en grabado desde el siglo XVIII. Las marcas coloniales tienen un estilo muy peculiar, ligado al barroco mexicano. Durante el siglo XIX la mayoría fueron tipográficos, es decir, realizados con tipos móviles y acompañados de flores ornamentales, salvo hermosas excepciones realizadas en litografía, xilografía o zincografía. Ya en el siglo XX se deben los mejores ex libris a los artistas de la escuela Mexicana de Pintura y a los grabadores que utilizaron su habilidad para hacer de la gráfica un medio para popularizar el arte y tratar de introducirlo en todos los hogares. Circularon entonces hermosos y cuidados libros y las calles se llenaron de gráfica de tirajes ilimitados. Gabriel Fernández Ledesma diseñaba libros para la SEP, Francisco Díaz de León abrió la única escuela de Artes del Libro que ha habido en México, Carlos Alvarado Lang, que había sido su ayudante, perfeccionaba su excelsa técnica del buril y Leopoldo Méndez grababa linóleos con fines sociales. Todos ellos realizaron hermosos ex libris dedicados a más de una persona. Cabe mencionar que todos estos artistas eran bibliófilos de cepa, coleccionistas, estudiosos, editores. Hacia la década de los ochenta sólo algunos grabadores hacían ex libris como Nunik Sauret y Carmen Gayón.

En Mexlibris somos al rededor de 35 socios. La mayor parte de ellos son jóvenes artistas grabadores que han encontrado en el ex libris un reto a su actividad creadora a la vez que les proporciona una forma de generar recursos, un reto constante en el gremio. Nuestro deber como asociación es promover a estos artistas sin otra finalidad de que el arte del ex libris prevalezca y los artistas se animen a hacer estas marcas de propiedad. Sin artistas no hay ex libris.

Actualmente nuestros artistas más activos son Joel Rendón, Sergio Sánchez Santamaría y Francisco Quintanar. Joel lleva realizados 7 ex libris en lo que va el año y Francisco ya tiene 10. Las comisiones no son fáciles, pero siempre hay gente por ahí que quiere hacerse o regalar un ex libris. Para lograr varias la clave está en el costo. Un ex libris es algo fino, cuyo precio es invaluable, sin embargo tiene un fin utilitario y ese pequeño detalle lo obliga a ser asequible. Si hacer un ex libris cuesta 12 mil pesos por 25 copias, es probable que se tenga un pedido cada 5 años. En cambio, si cuesta alrededor de 2 mil pesos por 100 copias, seguramente se tendrán mucho más. Así funciona entre los ex libristas. 100 copias numeradas y firmadas de un reconocido artista polaco, japonés o lituano, que será codiciado para el intercambio puede costar de 200 a 500 dólares. Comprar un ex libris suelto de los mismos puede costar unos 3 o 5 dólares. Cada artista que asiste al congreso de Alemania (que es el más concurrido) o al de la FISAE, puede llevarse hasta más de 30 comisiones. En estos congresos la dupla de costo-calidad es más válida que nunca.

Movimiento ex librístico internacional

En la actualidad existe un fuerte movimiento ex librístico internacional. A nuestra dirección llegan convocatorias para concursos de ciudades distantes. El congreso de la FISAE
reune a los principales ex libristas del mundo para discutir sobre temas que interesan a todo aquel que colecciona, crea o estudia ex libris. Los concursos sirven para dar a conocer a las nuevas promesas en este arte. Existen artistas que se han hecho de gran renombre internacional cuya fama ha sido ganada a través de los concursos y que son garantía para lograr buenos intercambios. Ellos han logrado una superioridad técnica y diseñan novedosas interpretaciones de los caprichos del que los encarga. Aquí traje algunos ejemplos.

Actualmente trabajamos en conjunto con la asociación norteamericana en el Congreso Interamericano de Ex libris para el 2009. Esperamos la asistencia de más de 100 personas de todo el mundo. Será en San Miguel de Allende durante el mes de febrero, esto con la intención de utilizar el incentivo de las tierras templadas durante el helado invierno europeo. Se harán exposiciones, conferencias y talleres. Tengo la idea de traer un artista japonés o de Europa del Este exclusivo para grabadores profesionales especialistas en ex libris con la finalidad de que se éstos se acerquen a tradiciones diferentes y añejas. Yo creo que entre los artistas mexicanos existe la dedicación, creatividad y calidad para colocarse entre los mejores del mundo.

Mexlibris ha crecido a costa de esfuerzos en conjunto y de la colaboración económica y moral de muchas personas. Ha sido un camino tortuoso y difícil, pero ya ha generado sus primeros frutos. Aun estamos en una fase de maduración y crecimiento, nos hace falta mucho camino por recorrer. Como toda asociación civil somos el conjunto del trabajo de todos los asociados. Donde hay participación y buenas intenciones, hay buenos resultados. Afortunadamente en Mexlibris impera la buena voluntad.

Pienso que Mexlibris es una oportunidad de promoción para los artistas. Yo los invito, como he hecho siempre, a asociarse con nosotros, a participar en los concursos –en los que ofrecemos el apoyo del envío–, a especializarse y perfeccionar sus técnicas, a hacer trabajo cuidado, estudiado y amoroso, como lo hacían nuestros antesesores.

Selva Hernández
Febrero de 2007